A veces la madurez del cuerpo no va acorde con la de la personalidad o la inteligencia. Muchas veces hemos visto casos en los que hombres y mujeres de 35 años o más, aún siguen viviendo al ritmo de fiestas y reuniones con amigos como cuando tenían 20, sin un afán específico por formar una familia. Esto, sumado a las difíciles condiciones de vida de nuestros tiempos, donde encontrar un trabajo estable y una independencia es una tarea que parece no llegar nunca, tenemos las respuestas al cada vez mayor retraso de la maternidad. Lamentablemente, la mejor edad para tener un bebé sano y fuerte está entre los 18 y los 35 años, pues es cuando el cuerpo aún es lo suficientemente sano y enérgico como para poder enfrentarse a ese enorme reto en las mejores condiciones. Esto, sin embargo, no implica que no se pueda ser madre a edades más avanzadas, y la realidad nos lo muestra cada día.
Lo malo es que entre los 18 y los 35 no todas las mujeres son lo suficientemente maduras, ni responsables, ni autosuficientes…La mayoría de jóvenes de 18 años se encuentran estudiando en la universidad y en lo que piensan realmente, además de en poder alcanzar un futuro profesional a poder ser brillante, es en salir a bailar los fines de semana y disfrutar con amigos al máximo, es decir, en cosas muy alejadas del hecho de tener un bebé.
Ventajas de ser madre en torno a los 40 años
Pero ser una madre mayor de 35 también tiene ventajas, como la de que la experiencia es mayor, y por tanto los conocimientos también. La edad habrá permitido además, en la mayoría de los casos, que se haya establecido contacto con otros bebés del entorno más cercano, como primos, sobrinos…lo que también dará una perspectiva más realista de la situación y en muchos casos habrá permitido incluso la práctica.
En otro orden de cosas, una mujer más mayor está realizada en muchos más aspectos que una más joven, y probablemente goce de una estabilidad francamente difícil en nuestros tiempos en edades más tempranas. Pero como no todo es color de rosa, habrá que tener muchos más cuidados y una mayor vigilancia con respecto al desarrollo del embarazo y los cuidados del bebé. El cuerpo es sabio, en cualquier caso, y si permite que se albergue vida en él, ya sea con 20 años o con 40, es porque la mujer todavía está en un momento idóneo para ser madre.
Si tienes más de 35 años debes quitarte los miedos y mentalizarte de que serás una madre tan excelente como cualquier otra, o incluso más, pues llevas preparándote durante años para dar lo mejor de ti y del entorno a esa personita tan especial que muy pronto te cambiará la vida.