Establecer normas en el hogar es muy importante para que tus hijos sepan qué es lo correcto y aprendan a respetar la autoridad en el hogar, que son sus padres.
Hoy en día se vuelve muy difícil el estar pendientes de los niños al mismo tiempo que a las altas presiones y exigencias del empleo, y esto hace que muchas veces uno se lamente por no poder aplicar la educación o las pautas que de verdad querría. Por eso es muy importante el aprovechar cada minuto libre en casa para compartir en familia, y no esconderse con escusas de cansancio y prácticas de ocio individual.
Si no compartes el tiempo con los tuyos cuando sí que estás en casa, aunque seguramente sea de forma no intencionada y por el derecho que uno mismo tiene a respirar, es probable que con dicha actitud hagas que tus hijos se desorienten y no entiendan de tiempos ni de autoridades.
Establece unas reglas y cúmplelas
Tus hijos, por razones obvias, aún no diferencian entre lo que está permitido y prohibido, o lo que está bien o mal cuando son muy pequeños. En este sentido, tú y tu pareja sois los encargados de enseñarles cuándo han infringido las normas e intervenir para explicarle por qué incurrieron en un comportamiento inadecuado, o cómo deben comportarse y con paciencia corregirlo.
Una de las principales consecuencias que se presentan si los padres no establecen ciertas normas de comportamiento, es que los niños no sepan qué pautas deben seguir, lo que les ocasiona serias dificultades para relacionarse con los demás.
Incluso, de acuerdo con los especialistas, la falta de autoridad puede hacer que un niño se vuelva violento y crezca con baja tolerancia a la frustración.
La importancia de los acuerdos entre papá y mamá
Aunque no lo creas, tus hijos perciben cuándo papá y mamá no son coherentes con las normas y se contradicen entre ellos mismos. Esta situación la aprovechan para no respetar los límites impuestos, ya que para ellos unos padres que no se ponen de acuerdo, dejan de tener credibilidad. Por eso, si sientes que esto está sucediendo en tu hogar, lo mejor es que lo hables con tu pareja para poder pensar y definir normas y, una vez establecidas, se respeten los acuerdos a los que se ha llegado.
Una de las principales recomendaciones es que los padres sean coherentes con lo que deciden, teniendo en cuenta que cada acción conlleva una consecuencia. Sin embargo, esto no quiere decir que deban llegar al autoritarismo y ejercer grandes castigos, sino a ser pacientes y con amor corregir los comportamientos inadecuados.
La comunicación y el respeto son dos ingredientes muy importantes para la formación de una familia, por lo que es importante recordar que, así como es importante regañar cuando es preciso, también lo es elogiar los éxitos, mostrar apoyo y felicitar el esfuerzo por mejorar el comportamiento o haber alcanzado algún logro.