El tradicional andador utilizado para que los bebés se vayan soltando y adquiriendo la posición erguida, suelen presentar bastantes riesgos poco o nada recomendables para los bebés.

Y es que, aunque puedan parecer la opción ideal para que los peques exploren el mundo que les rodea y adquieran autonomía poco a poco, lo cierto es que los caminadores pueden provocar accidentes con bastante facilidad, por lo que es muy importante que los adultos conozcan los riesgos reales que estos artefactos presentan.

 

  • Caídas y tropiezos. Al facilitarles el desplazamiento, los bebés pueden moverse y llegar hasta escaleras o escalones por donde pueden caer o tropezar y ocasionarse lesiones.
  • Alcanzar objetos inadecuados. Los bebés pueden apoyarse en los caminadores y llegar a lugares más altos donde les sería más fácil hacerse con objetos con los que pueden golpearse o quemarse, por ejemplo, una simple taza de café.
  • Peligro en fracción de segundos. Estar cerca y bajo supervisión adulta no garantiza que los accidentes no se presenten con un andador, ya que está documentado que la mayoría de estos incidentes ocurren ante la presencia de adultos que no alcanzan a reaccionar con la suficiente rapidez.
  • Caminar de forma antinatural. Al contrario de lo que muchos padres puedan pensar, los andadores no ayudan a caminar a los bebés porque los mantiene sostenidos constantemente, lo que les impide verse los pies produciéndose un esfuerzo mecánico y no natural.

 

Otras alternativas existentes al tradicional andador

Para el entretenimiento de un bebé existen opciones mucho más recomendables y atractivas y, sobre todo, mucho más seguras.  Por ejemplo: los denominados centros de actividad estáticos, las alfombras de aprendizaje, las mantas interactivas o el saltador que se engancha al marco de la puerta. Todos estos son objetos que ya se ven con frecuencia en el mercado y que demuestran que el andador tradicional ha quedado obsoleto por sus múltiples desventajas para el desarrollo natural de un bebé a la hora de caminar.

Los primeros pasos de un bebé son muy importantes para el desarrollo de su independencia, por lo que es crucial que acompañes, cuides y protejas al tuyo de los peligros que puedan presentarse durante este importante proceso.