Los padres de vanguardia o vanguardistas son aquellos hombres de hoy en día que comparten (y no ayudan en) las responsabilidades de la crianza y de la casa con las mamás.

En muchos casos, tanto mamá como papá trabajan, y afortunadamente esto ha hecho que ya no sea extraño ver a los hombres dándole de comer a sus bebés, cambiándoles el pañal o jugando con ellos mientras las mamis llegan del trabajo.

A pesar de que ambos miembros de la pareja trabajen, el problema de los horarios continúa siendo un hándicap con respecto a la crianza se refiere, y sin duda aún quedan muchas medidas por implantar para que el tema de la natalidad y la crianza sea un tema de importante calado e implicación social por parte de todos.

 

Nuevos roles parentales en la sociedad actual

En nuestros días, y al contrario de lo que sucedía antaño por norma general, los padres hoy destacan no por su aportación económica a una casa o una familia, sino por su aportación humana. El rol del padre tradicional se ha ampliado y modificado, en camino hacia una igualdad de sexos real y totalmente normalizada en torno al compromiso que implica el tener una familia.

 

Peligros de los nuevos roles y tiempos

El ejercicio de la paternidad vanguardista y moderna, que también se aplica a las madres, no solo tiene cosas buenas. El hecho de que en el pasado muchos padres fueran autoritarios y carecieran casi por completo de un papel verdaderamente comprometido y empático con respecto a las querencias y necesidades de sus hijos, conduce muchas veces a que se opte por el papel contrario. Es decir, que la falta absoluta de autoridad se presenta hoy en día en la figura de muchos padres con bastante frecuencia, lo que muchas veces lleva a que se desdibujen los limites necesarios entre padres e hijos, esos que nos diferencian de unos simples parientes o amigos.

Muchos padres temen convertirse en seres autoritarios, como lo fueron sus padres con ellos, y por eso suelen caer en el afán de que sus peques los vean como alguien sinónimo de diversión y no de disciplina. Es como si se hubieran situado justo en el extremo contrario, en el lado opuesto a un padre que no se involucra para nada con el tema de la crianza, y sí en el de otro que quiere estar al tanto de todo lo relacionado con sus hijos y que no concibe que otra persona lo haga por él.

Es importante no perder el norte y tener claros los límites, a pesar de que reine el amor y la conciencia con respecto al papel que como padre, simple y llanamente, debe ejercer un hombre en relación al tema de la crianza de sus hijos y el de la conciliación de su propia familia.

Sin embargo, a pesar de los contras, lo cierto es que la presencia cada vez más abundante y normalizada de los padres de vanguardia hace que se vislumbre un importantísimo y definitivo cambio de paradigmas que está cambiando no solo la sociedad sino también la infancia, ya que los niños pueden ver en sus padres a esa figura de amor que verdaderamente necesitan y, a su vez, los padres ganan la impagable oportunidad de explorar y expresar su lado más sensible y humano que otorga el crear y criar a una vida nueva.