Ahora que llega de nuevo San Valentín, puede que sea bueno hablar de cómo las demostraciones de afecto juegan un papel fundamental en el desarrollo del amor propio y en la seguridad de nuestros hijos. De manera que, si sois de los padres que consideran que el hecho de atenderlos todo el día y velar porque no les falte de nada, es suficiente para expresar el cariño y el afecto, puede que estéis en un error.

Un te quiero, un abrazo, un beso, una sonrisa… también son indispensables para que los más pequeños se sientan seguros de lo importantes que son. Nada de excusas pasadas de moda como, ¡así me educaron a mí! o ¡no quiero malcriarlo! Los pretextos no tienen cabida ante la inmensidad de un sentimiento que necesita tanto ser expresado como es el del amor.

 

Pautas para que reine el amor en casa

 

Palabras y caricias mágicas

Reserva la parte más tierna de ti para los momentos que compartes con tus peques, olvida las dificultades del día y nutre con cosquillas, canciones, caricias y muchos besos la relación con tus hijos pequeños. ¡Decir “te quiero” es tan sencillo y sus efectos tan milagrosos!

Si tus hijos se sienten queridos, y eso solo lo podrás corroborar a través de las manifestaciones de afecto que les brindes, su seguridad y su amor propio estarán cimentados en bases muy sólidas que perdurarán en el tiempo.

Espacios para disfrutar en familia

¡Apaga la tele! De vez en cuando es preferible, y mucho más enriquecedor, centrar la atención en los pequeños avances de tus hijos, en sus muecas, en los sonidos que producen, en si cada vez se os parecen más…sobre todo cuando aún son bebés. Verás que las preocupaciones del día a día se van desvaneciendo mientras los observas y te olvidas de algo tan banal como es la televisión.

Puede que los niños, cuando son bebés, no puedan expresar con una oración completa lo que experimentan en cada momento, pero debes saber que se percatan de la atención que les prestan y, de la misma manera, responden a dicho estímulo.

No olvides que como padre o madre puedes aportar mucho a la formación de la autoimagen y la seguridad de tu o tus hijos con acciones, en apariencia sencillas, como pueden ser las demostraciones de afecto. No hay un número limitado o permitido de veces por las que debas o puedas decir un “te quiero”, así que ten siempre presente que el amor es… ¡ilimitado y buenísimo para la salud!