Tu bebé cada día está más grande y hermoso y tú te sientes feliz por tenerlo por fin en tus brazos…pero a veces esa felicidad no va acorde con el estado de ánimo de una madre, que no se siente con la misma agilidad que antes o con el mismo aspecto físico.  Si es tu caso, es importante que sepas que el sentirse a gusto con una misma es prioritario y que ser madre no exime de dicha necesidad interna. De manera que presta atención a estos consejos que tenemos para ti y que te ayudarán a sentirte mejor en tu día a día de nuevo.

 

¿Cómo puedo volver a ser la de antes?

Sabemos que tu cuerpo no es el mismo de antes, pero eso no quiere decir que no lo puedas recuperar, ya que todo es cuestión de disciplina y de tiempo. Con unos buenos hábitos alimenticios y una rutina de ejercicios, seguro que lo conseguirás. Pero mientras tanto intenta sacar un poco de tiempo para ti y consiéntete todo cuanto puedas:

  • Cuidar la piel. Para exfoliar el cutis nada mejor que una mascarilla y tan solo necesitas avena y azúcar moreno para poder hacer una de forma rápida y económica. Mezcla ambos ingredientes y esparce la mezcla por la piel del rostro. Déjala actuar durante veinte minutos y verás el descanso que sentirá tu piel.
  • Cuidar el pelo. Para tu pelo puedes emplear un poco de aceite de trigo y aplicártelo en el cuero cabelludo acompañando la mezcla con suaves masajes. Este sencillísimo tratamiento le devolverá el brillo de antes a tu cabello.

 

La importancia de sentirse a gusto con una misma

El cuidado de un bebé puede ser muy agotador y desgastante, pero no puede convertirse en una excusa para que abandones tu aspecto físico o anímico, y por ello es muy importante que no abandones las cosas que te gustaran hacer antes, como ir a la peluquería de vez en cuando, maquillarte y vestirte bien, disfrutar de un buen libro, ir a cenar…la idea es que la alegría de tener un hijo nunca deje a un lado tus alegrías o necesidades de antes. Recuerda que el bienestar y el cuidado personal son fundamentales también para mantener un equilibrio anímico y un excelente estado de alegría.

Así que sal de compras y renueva tu armario, o incluso puedes pensar en un cambio de look que saque lo mejor de ti. No olvides incluir tampoco en tu vida diaria un poco de ejercicio y recuerda hacerlo de forma paulatina y a ser posible con asesoría médica o deportiva. Si no te gustan los gimnasios, puedes optar por una actividad física que te motive más, como la natación, el pilates, el yoga o aprender algún baile.

Cuida tu alimentación para que junto con el ejercicio vayas recuperando tu figura, aunque lo más recomendable es que cuentes con la supervisión de un especialista, sobre todo si aún estás en periodo lactante.

Pero lo más importante de todo es que te sientas muy bien contigo misma y orgullosa de tu fortaleza, de tu amor, de tu entrega…¡y de tu nueva y maravillosa vida!