Es natural que con las primeras visitas al odontólogo tu hijo se muestre temeroso y molesto, pero es necesario que desde temprana edad se vaya familiarizando con esta necesaria e importante práctica. En la actualidad, cada vez existen más especialistas en salud oral infantil llamados odontopediatras, que hacen que esta experiencia tan necesaria sea mucho más agradable para los más pequeños.

 

¿A qué temen los niños en el dentista?

Algunos especialistas atribuyen el temor de los niños pequeños a ir al dentista a su desarrollo psicológico, ya que entre los 8 y los 28 meses de edad, aproximadamente, los niños pasan por la etapa denominada “oralidad” en la que la exploración del mundo y las sensaciones se hacen por medio de la boca, lo que puede hacer que la visita al odontólogo la interpreten como una invasión de su propio espacio.

Pero, sea por el motivo que sea, que tu hijo se muestre reacio a las visita al dentista no es razón para alejarse de un hábito de higiene y salud tan importante como es el de tener una boca sana y limpia. ¡No lo olvides!

 

Ir al dentista…una vital y sana costumbre

Recuerda que desde que nace un niño debe recibir higiene oral, y que adquirirá esos buenos hábitos con rutina, con ejemplo y mucha constancia. Sigue estos consejos y conseguirás que tu hijo no le tema al cepillo de dientes:

  • Limpia delicadamente sus encías con una gasa húmeda tres veces al día, antes de que comiencen a salirle sus primeros dientecitos.
  • Una vez que vaya teniendo sus pequeños dientes, puedes comenzar a usar un cepillo de dientes muy suave especial para bebés.
  • Alrededor de los dos años de edad debes llevarlo a su primera consulta odontológica.
  • Busca un odontólogo preferiblemente especializado en la higiene oral infantil, ya que están más familiarizados con el trato a niños pequeños.
  • En ningún caso infundas temor en él usando las visitas al dentista como un castigo por algún mal comportamiento.
  • Es probable que tu hijo/a llore durante el tiempo de la consulta, pero recuerda que es una manera de manifestar su angustia y temor a lo desconocido.
  • Es preferible que no te involucres en la parte inicial de la conversación, para que así tu hijo pueda familiarizarse con su mirada y su propia voz.
  • En la primera cita es importante que tu hijo recorra el consultorio y explore lo que hay allí, como la silla, los instrumentos, los espacios, la intensidad de la luz…así como que reconozca a las personas.
  • Si en el consultorio hay juegos infantiles, permítele que juegue con ellos la mayor parte del tiempo de la consulta.
  • Los especialistas aconsejan que el niño no abandone el consultorio llorando ya que, por lo general, siempre recordará la última experiencia del lugar que visitó. En este sentido, trata de calmarlo antes de salir y animarlo con ir al parque o algún juguete.

 

En cualquier caso, el primer contacto con el dentista es fundamental, y es por eso que resulta tan importante que sepamos cómo establecerlo. La primera visita al dentista puede brindar la seguridad y la confianza suficiente para que las futuras visitas sean más fáciles de realizar…o todo lo contrario.