Si comparamos el organismo de la mujer con el de los hombres, sin duda somos las mujeres las que sufrimos más dolores, sobre todo en cuanto al embarazo y al parto se refiere. Para aliviar estos dolores, un buen consejo es ver películas que resulten agradables o muy divertidas, como puedan ser las comedias que más hagan reír a la futura madre. Esto es de gran ayuda para evitar el dolor, porque con la risa se liberan endorfinas que son las encargadas de hacer sentir un estado placentero, evitando así en la medida de lo posible el dolor.
Los dolores del parto son un dolor que casi ninguna mujer se imagina hasta el momento de concebir un hijo. Incluso algunas mujeres que han experimentado distintos procesos de enfermedad o dolor, aseguran que ninguno se compara con el que se experimenta en el momento de dar a luz. No obstante, el tener un hijo es un regalo hermoso que solo las mujeres pueden experimentar, y es bueno concentrarse en otras cosas para que el miedo no se apodere de la mamá.
Otra buena técnica para evitar el dolor durante el proceso del parto es colocarse un poco de hielo en cada mano. En el momento de alumbrar, la madre deberá concentrarse en los aspectos que se encuentren a su alrededor, como puedan ser los olores, colores e incluso el sentimiento de frío o calor. Lo que se busca con esta técnica es canalizar el dolor hacia afuera, en vez de hacia dentro. Esta técnica será bueno practicarla antes de que llegue el momento de dar a luz, para un mayor dominio de la misma.
Pilates para embarazadas
La técnica de Pilates es muy beneficiosa para las personas comunes y corrientes, pero todavía mucho más para las mujeres embarazadas, debido a la forma en que los ejercicios se focalizan en la pelvis y en el abdomen. Debido al crecimiento del feto, nuestros músculos se estiran y nuestras articulaciones tienen que estar preparadas para el cambio y, gracias al Pilates, la madre logrará reconocer, a través de las respiraciones, el diámetro de su pelvis para comenzar a realizar los ejercicios de movilidad pertinentes.
El Pilates además brinda una especial atención al diafragma, de manera que el pecho se va abriendo gracias a la respiración. Con esta práctica se puede adquirir estabilidad y un mayor control en los movimientos. También se evitarán los dolores lumbares y mejorará la irrigación sanguínea, evitando várices y calambres.
En definitiva, si vas a ser mamá, no pierdas la oportunidad de practicar Pilates durante tu embarazo y también en el post parto. Con este deporte no solo podrás recuperar tu figura mucho más rápido, sino que también tendrás un mayor estado mental de tranquilidad y estabilidad, lo que nunca sobra cuando hay que enfrentarse a la crianza de un bebé recién nacido.
