Cuánto y qué comer es, quizá, una de las mayores dudas que se presentan al comenzar el largo camino de un embarazo, porque sabemos que, si ya de por sí los hábitos alimentarios son muy importantes, más lo son aun cuando se trata de cuidar y de proteger la salud del futuro bebé.
Y aunque cada organismo es un caso particular que debe ser evaluado por un especialista a la hora de establecer pautas alimenticias durante el embarazo, a continuación os contamos cuáles son algunas de las consideraciones más importantes a tener en cuenta.
Alimentos imprescindibles, ¿cuáles son?
En el embarazo gastas más energía, por lo tanto se deben modificar los hábitos alimenticios habituales. El consumo de calcio es fundamental y lo encuentras en la leche y sus derivados, como el queso, el yogur, etc.
El hierro es otro nutriente esencial que debes consumir de la carne, del pescado, del huevo y de las legumbres. Los ácidos grasos Omega se encuentran en el pescado de mar y las nueces, así que no dudes en incluirlos en tu alimentación.
Busca siempre el equilibrio a la hora de comer
El que estés esperando un hijo no es excusa para que comas de más, recuerda que no se trata de comer por dos sino de comer bien, de manera que estas son las proporciones que una dieta equilibrada debería tener:
- De 4 a 5 porciones de carbohidratos diarias (papas y cereales: arroz, pan, pasta).
- De 5 a 6 porciones de frutas o verduras.
- 2 porciones de proteína (carne, pescado, huevo, legumbres o frutos secos).
- De 3 a 4 porciones de leche o sus derivados.
Antojos siempre con cabeza
Las preferencias en sabores, olores y texturas de los alimentos pueden cambiar durante el embarazo debido a variaciones en la sensibilidad gustativa, de manera que es normal que llegues a rechazar algo que antes te encantaba o, por el contrario, comiences a disfrutar de alimentos que antes no llamaban tu atención o te disgustaban.
El que te guste o te disguste un alimento no tiene importancia, siempre y cuando no afecte a la dieta variada y equilibrada que debes llevar durante los meses de espera. La nutrición durante el embarazo es algo muy serio, y por ello tu alimentación no debe estar sujeta a apetencias puntuales, ni a modas, ni a nada que pueda afectar a tu salud y a la del bebé.
Precauciones a seguir con determinados alimentos
- Algunos alimentos pueden transmitir enfermedades a los bebés, como es el caso de la listeriosis y la toxoplasmosis. Por lo tanto, si quieres consumir embutidos o pescados con tranquilidad, lo mejor es que los congeles previamente.
- Las verduras y las hortalizas deberás limpiarlas muy bien con agua y unas gotas de desinfectante.
- Cocina bien los alimentos y evita consumir ahumados (salmón, trucha, bacalao…).
- Recalienta la comida hasta que le salga vapor, el calor ayuda a matar las impurezas.
Y, sobre todo, come siempre con cabeza y no tendrás que privarte de nada. Recuerda que estar embarazada no significa comer por dos, sino hacerlo para que los dos estéis lo más sanos posible.