Todas las verduras son buenas y proveen nutrientes indispensables para la formación de bebés sanos y fuertes, sin embargo, dentro de ese gran conjunto existe un grupo selecto de alimentos que, gracias a sus bondades, pueden convertirse en los mejores aliados de la alimentación de tu hijo/a.

 

6 alimentos beneficiosos para la infancia

  1. La lechuga para dormir mejor

Esta verdura aporta gran cantidad de ácido fólico y vitaminas A, B y C, además de sales minerales como magnesio, hierro y calcio. Estimula el apetito, favorece la digestión y tiene efectos sedantes, por lo que es aconsejable consumirla por la noche para dormir mejor, siempre y cuando no se padezca de gases excesivos u otro tipo de problemas estomacales. Tu bebé puede empezar a comerla cocida a partir de los seis meses en el puré de verduras y nunca cruda hasta pasado por lo menos el año.

  1. La zanahoria para el crecimiento

La zanahoria suele tener mucho éxito entre los más pequeños y, además, es uno de los vegetales más saludables para ellos, ya que aporta muchas vitaminas, minerales y caroteno, una provitamina que se transforma en vitamina A, fundamental para el crecimiento, la salud de la piel y la vista. La zanahoria también fortalece las encías y los dientes y tu bebé podrá consumirla en zumo o cocida a partir de los seis meses, y cruda a partir del año si ya sabe masticar.

  1. El tomate, barrera natural de protección

Además de aportar mucha vitamina A, hierro y magnesio, el tomate fresco es una fuente importantísima de vitamina C (fortalece el organismo frente a posibles resfriados) y fibra (ayuda a prevenir y a combatir el estreñimiento). Tu bebé puede comenzar a comerlo desde los diez meses aproximadamente.

  1. Los berros, ideales para la tos

Los berros son ricos en calcio y vitamina C y además contienen aceites sulfurosos que ayudan a combatir la tos. Tu bebé podrá tomarlos cocidos en el puré de verduras desde los seis meses y crudos en las ensaladas a partir de los quince.

  1. La remolacha contra la indigestión

Es rica en azúcares y sales minerales y resulta muy eficaz para combatir el estreñimiento (no te alarmes si la orina y las heces se tornan de un color púrpura después de comerla). Salvo que el bebé sea propenso a la diarrea, podrá comenzar a comerla cocida y sin piel hacia el décimo mes o el año. No se la des cruda, ya que resulta muy difícil de digerir y es muy  probable que le desagrade la textura.

  1. La cebolla para prevenir infecciones

Es diurética y digestiva, ayuda a mantener en buen estado el sistema circulatorio y también a prevenir infecciones. Tu bebé no deberá comerla cruda hasta al menos los 2 años, pues su fuerte sabor podría hacer que la rechazase completamente. A partir de los diez meses puedes agregarla cocida a sus ensaladas.