La noticia de tener un hijo alegra a toda la familia, pues es un motivo de unión y de nuevas y renovadas ilusiones. Sin embargo, los padres primerizos no saben cómo actuar ante esta nueva etapa y, a menudo, se ven inundados por los miedos. Por eso queremos ayudarte y mostrarte cuáles son los aspectos esenciales que debes tener claros si estás esperando la llegada de un bebé.
Dudas y miedos sobre tener hijos que es necesario despejar
- Los bebés se comunican llorando. La respuesta es sí. Al no tener desarrollado el habla, los bebés se comunican a través del llanto. Pero ante este gesto tan natural las dudas comienzan a surgir… ¿Serán gases? ¿Estará enfermo? Sin embargo, con el paso del tiempo, el mismo instinto materno/paterno hará distinguir los distintos tipos de llanto con mayor facilidad. ¡No te preocupes!
- Estornudar y toser. Los estornudos de un bebé pueden ser por el mismo mecanismo de defensa de su pequeño organismo, pues trata de limpiar las vías respiratorias en las que quizás haya quedado, por ejemplo, algo de líquido amniótico. La tos y el estornudo se suelen atribuir con frecuencia al primer resfriado del bebé, sin embargo, puede ser que, como decimos, tan solo se estén despejando sus vías respiratorias.
- Esperar cariño. Quizás tu bebé no te responda cuando hablas y creas que no te entiende, pero lo cierto es que sí, y de sus padres espera, sobre todo, grandes dosis de mimitos y de cariño, pues esto será una pieza clave para su desarrollo social. ¡No te cortes!
- Manchas rojas en la piel. Es común ver a los bebés con un aspecto rojizo o algo colorado en los primeros meses de vida, pero no debes asustarte, pues es un efecto llamado “antojo”, producto de la circulación sanguínea. Dichos antojos suelen desaparecer con el paso del tiempo, aunque lo cierto es que algunas marcas (y solo en pocos casos) podrían llegar a quedarse para siempre.
- El aspecto del cordón umbilical. Esta es una de las pesadillas de los padres primerizos, pues tras el corte del cordón, suele quedar como una especie de muñón de color gris amarillento, algo desagradable. Pero esto no debe preocuparte, pues con el paso de los días y en unas dos semanas, se caerá solo y el aspecto adquirirá un color saludable y de normalidad. Tan solo deberás mantener la zona aseada, limpia y seca.
- Las secuelas del parto. Por lo general la cabeza de los bebés no es redonda, sino que presenta una forma mucho más similar a un cono, prevista para que el bebé pueda desplazarse por el canal del parto con mayor facilidad. Conforme vayan pasando los días, se irá redondeando poco a poco y los huesos del cráneo dejarán de ser blandos adquiriendo resistencia.